jueves, agosto 31


"La cantidad es una cualidad intrínsecamente superior"
V.I.Lenin

Dijo Pablo C., una vez.

martes, agosto 29


El 2 de mayo de 1987, dos hackers alemanes lograron acceder al sistema informático de la NASA.

"Lo logramos, por fin... Sólo hay algo seguro: la infinita inseguridad de la seguridad".

"- ¿Por qué lo hicieron? -Preguntó meses después un periodista norteamericano.
- Porque es fascinante. En este mundo se terminaron las aventuras. Ya nadie puede salir a cazar dinosaurios o a buscar oro. La única aventura posible está en la pantalla de un ordenador.”

de Llaneros solitarios, Raquel Roberti y Federico Bonsembiante, Colección Fin de Siglo.

lunes, agosto 28

La vida posfordista

Los días pasaron. Tal vez debí darme cuenta. Visto a la distancia, el Chulo mantuvo desde el principio una actitud defensiva. Él y la Dama ocupaban los lugares gerenciales dentro de ese tres ambientes de Devoto. Eran los únicos con oficina propia. Pero el Chulo tenía que compartirla con dos empleados-traductores-- no porque estuviera pensado así desde el principio, sino porque no había lugar físico donde colocarlos: el living estaba lleno. Era La Emergencia. Había un conjunto de máquinas-hombres 8esa masa crítica que éramos nosotros), que se superponía en el epsacio y que procesaba bloques de lenguaje y los convertía en Código Estándar. Mientras, el Chulo daba vueltas, en guardia. Encargado de insumos, era el responsable de la oficina. Velaba por su funcionamiento. Pero de eso me enteré después. Como todo lo que ocurre y ocurrió dentro de un sistema ya diseñado y puesto en marcha, se me escapaba en su dimensión real, a mí, que era un elemento recién incorporado y que por lo tanto me hallaba desprovisto de contexto. Yo podía, sí, (me resignaba) imaginar una historia y darle a cada componente del sistema una dinámica, la que se me ocurriera. Escribía el guión de mis intuiciones. Un guión precario al que, de hecho, dedicaba la mayor parte del tiempo.
Así fue como, en pocos días, me hice experto en complots. Amo de tramas invisibles, baqueano de realidades paralelas. Tuve que elegir, y fue ESO o lo OTRO: dejarme absorber por el trabajo, convertirme en un Traductor Eficiente, naufragar en las playas del Trados. Como dije, la oficina era un caldero en el que se cocinaba una sopa primordial, un guiso de lenguaje alienado. Los rumores: nuestra traducción era el eslabón de una máquina. En California esperaban nuestro trabajo para darle de comer a la computadora con la que querían cumplir el sueño de la Traducción Artificial (redundancia). La paradoja: nosotros éramos parte de un proyecto cuyo objetivo era dejarnos sin trabajo, como corderos en maratón competíamos en la carrera para reemplazar a los creadores de lenguaje (los hombres), en especial a nosotros (traductores).
Pero esa es otra historia.
Así que, estaba el Chulo. Y lo que presentía, creo. Que su papel en la obra era tan precario como el de los mismos empleados a los que se había encargado de contratar. Era una bestia asustada.
Después, la Dama. Otro caso. No compartía su oficina, y cumplió su papel de Experta sólo durante los primeros días. Se recluyó, luego, y poco a poco espació las comunicaciones. En realidad, hizo un repliegue estratégico. De ahí en más, saldría en misiones precisas. Vuelos rasantes. Conocía el terreno como una campesina vietnamita, como una guerrillera del vietcong. El Chulo tal vez nunca llegara a entender (un fogonazo en la noche) lo que le había pasado.
Pero, de nuevo, esta es la retrospectiva. Entonces lo que me llamó la atención fue otra cosa. Algo había escuchado, esta vez lo comprobé. Ya no quedan jefes. Ya casi no existen, y lo que hay en su lugar son Coordinadores. Nadie da órdenes. Lo que se espera de cada uno es un rumor que sopla en el aire como una canción en fade-out, hacé lo que quieras, lo que puedas. Nada mejor para regular sistemas complejos. En Alemania -está en la tele-, descubrieron que los embotellamientos de coches fluyen mejor si se eliminan las señales y los semáforos. La poesía del caos. En Devoto estaba Roxy, nuestra Project Manager, surfeando las olas de mil plazos a punto de vencer, paladín de las horas extras.
Sin Jefes, lo que había eran reuniones. Virtuales. Otra vez, una larga historia.

Para una definición de lo trash


David, nuestro hombre en el cielo. "Tu egoísmo y tu soledad, son estrellas en la noche de la mediocridad."
Vía Monolingua (sin cifrar)

sábado, agosto 26

El tao del hip hop

Dice el Gran Diario que los rappers se sienten parte de una "clase guerrera empresarial", sobrevivientes del "despiadado negocio de la música". Compran manuales de mercadotecnia. Gerentes de su propio éxito, gurús de los nichos del mercado del pop.

viernes, agosto 25

MATISYAHU, superstar del regaee jasídico



Yo no quiero sinsemilla.
Me tira para atrás,
quema mi cabeza, no la dejaré.
La Torah es alimento para mi mente,
que llueva hasta inundarme.
¡Rayo!
Que llegue la bendición




Canta hip-hop con ritmos de reggae y letras que hablan de Zion, Jerusalén y los caminos que llevan a Dios.

Pandora, o los DJ en la era de su rebroductibilidad digital

Armaron esta página, Pandora. Es una radio que pasa música a pedido de cada usuario. Uno pide un tema de Los Clash, y engancha con bandas punk de los ´70, rock de guitarras, pop alegre, escena neoyorquina, etcétra. Es automático, se basa en un Proyecto de Genoma Musical. Parece que hay cientos de empleados que clasifican las canciones de las discográficas según criterios que luego sirven para hacer la serie de cruces y asociaciones que motorizan a Pandora. De Edith Piaf de la Vie en Rose a recitales de Piaf con temas en inglés, de ahí a Rita Pavone y a Julie Andrews cantando Edelweiss, de ahí a Björk y a Sheryl Crow. Es perfecto. Y el programa hace comentarios de lo que elije. Gratis, el que quiere compra el tema.
¿La mística del disco? ¿Los coleccionistas? ¿Las ferias? ¿No encontrar el disco entre los piratas de Parque Rivadavia? ¿Cómo era?

Aldus

Sigo en camino y con ganas de nuevas experiencias en el mundo del trabajo a distancia. Más arreglos virtuales con empresas fantasma. Después de Howard, nuestro querido american-psycho, ahora vamos por más con Aldus Communications, una agencia de Canadá que me ofrece traducir currículums vitae al español. La busqué en los foros de traductores. Hablan de ella dos veces. Uno dice que le pagaron, pero tardaron 60 días. Otro no tuvo problemas, y quedó contento. No está mal. Así que, ahí vamos de nuevo.

jueves, agosto 24

L3|\|9U4j3 /\/\áQU1|\|4

"Desde el comienzo de estas reuniones, " recordó Pitts, "se discutía con frecuencia la pregunta acerca de si era posible construir una máquina que hiciera algo en particular y, por supuesto, la respuesta, que ahora todos descubrieron, es que siempre y cuando especifiques lo que quieres que la máquina haga, puedes, en principio, construir una que lo haga."

(...)

"Si una máquina puede hacer aquello que se especifica con exactitud, el residuo de lo propiamente humano se hace coextensivo con las cualidades lingüísticas que interfieren con la precisa especificación - ambigüedad, juego metafórico, codificación múltiple y cambios alusivos entre un sistema de símbolos y otro. La singularidad del comportamiento humano se asimila, entonces, a la inefabilidad del lenguaje, y el terreno de encuentro que comparten humanos y máquinas se identifica con la univocidad de un lenguaje que eliminó la ambigüedad de su léxico."

HOW WE BECAME POSTHUMAN - Virtual bodies in cibernetics, literature and informatics , N Katherine Hayles [Traducción propia]

miércoles, agosto 23

Para una definición del peronismo

"

(...)

lo peronista
es instintivo

tener
la casa con las
paredes pintadas
de blanco
es peronista

decir
que no hay peronismo
es peronista

tomar merca
a los 16
en sacoa
es peronista


odiar a los hippies
es peronista

usar medias
diferentes en cada pie
o rotas en los talones
(da igual)
es el himno peronista

(...)

esperar
que den
las películas
del cine
en los canales
de aire
es peronista

(...)

una camisa
manga largas
arremangada
es un canto peronista

un banco
de una plaza
destruido
es peronista

(...)

decir comentarios
reaccionarios
en la mesa
es poesía peronista

edmundo
rivero
es peronista

desayunar
té con pan pelado
es peronista

tocarse el corazón
cuando suena
el himno
es peronista

cagar con campera
es incómodidad
peronista

ser
“fana”
de cualquier cosa
es peronista

comer salame con vino
es peronista

los hijos
que son mezclas
de clases
son peronistas

un crucifijo
flúor
que brilla en la oscuridad
es peronista

"

Escolástica Peronista Ilustrada (tomo uno) by Cralo (Literatura de la subsistencia)

lunes, agosto 21

La vida posfordista

Me acuerdo de mi llegada a la oficina. Me señalaron una computadora y me dijeron "Podés empezar". "Okey", respondí.
Mi computadora estaba conectada con un servidor por medio de una red inalámbrica. Por la red me llegaban los archivos que tenía que traducir y, lo que era más importante, lograba acceder a la memoria central que construían cada uno de los traductores desde sus computadoras, ese almacén de frases que crece a cada minuto y que permite multiplicar el rendimiento y la velocidad de traducción como una turbina pegada a la cola de una bicicleta. Éramos un equipo. Éramos como los chicos que juegan a matarse en mundos virtuales. Había que coordinar los movimientos, acordar los términos de la traducción, mantener una coherencia que se diluía con cada frase del texto que atravesaba esa máquina en la que nos habíamos convertido. No iba a ser fácil.
Y desde el primer día hubo contratiempos. Se avecinaban grandes cambios, y se notaba. Porque la ampliación del personal había sido repentina. Y porque el trabajo llegó de California, Casa Central, casi sin aviso y la dirección de la oficina respondió como un cirujano ilegal adicto a las anfetas: cerró los ojos e hizo lo que pudo. No les importó el paciente. Conocían a la perfección el sistema de convenios y garantías (el paño) en el que se movían. La Casa Central les asignó una mega traducción y les dio un plazo. Ellos compraron computadoras, las amontonaron, buscaron personal (llegamos nosotros). En eso estábamos. Frente a ese millón de palabras que nos esperaba como un desierto de los Viejos Tiempos, un camino al que iban a morir, tarde o temprano, todas las esperanzas.
En la oficina se cortaba la luz si se encendía el microondas. Por el balcón podía escucharse el sonido del barrio. Llegaba un murmullo de pájaros y de golpes en un taller de autos, a lo lejos una avenida. El primer día se cortó la luz cuatro veces. Con el tiempo aprendimos a convivir con una instalación eléctrica al borde del colapso. Se podía encender el microondas si se apagabn una de las estufas; siempre había que avisar antes de calentar la comida, dar tiempo de que todos guarden su trabajo. No era un buen comienzo, de todos modos.

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Me perdí en Google.

Y llegué al porno japonés.

Otro mundo.

Nada como perderse, decía Benjamin.

domingo, agosto 20

Save the world

"TORONTO (Reuters) - Los condones tienen estilo como accesorios de moda en la Conferencia Internacional sobre SIDA de Toronto, entre hombres formales , adolescentes tímidos y abuelas africanas.

"Es necesario de des-estigmatizar los condones en todo el mundo, sobre todo en África, dijo Franck DeRose, director ejecutivo de The Condom Project, cuyo objetivo es familiarizar a las personas con los condones, en especial a aquellas que viven en países donde las pequeñas piezas de látex son consideradas tabú."

"Para ello, el proyecto cuenta con un programa que pone a las personas a hacer su propio arte-condón. Todo empieza con una mesa de trabajo, paquetes de condones, tiras de papel coloreado, dulces y cintas adhesivas. "

sigué acá

sábado, agosto 19

Spam-o-war





El tailandés Yuranan aparecía en las demostraciones,
las variedades de ópera TV y de jabón.
Toda persona que hace campaña es curiosa,
y representa a agentes apesadumbrados de las fracciones
[del RAK *,
agentes que se convierten en militares y que parecen
[civiles movidos,
llamados por las políticas que animan a los postes públicos
[en HatYai Junc.



* [N. del T., RAK es Ejército Revolucionario de Kampuchea, fundado por Pol-Pot en Camboya, 1968. A principios de los `70 cambió su nombre por el de CPNLAF, Fuerzas Armadas Populares de Liberación Nacional.]



Estamos en enero y la homepage da el perfil de Sam .
Pobre, aprende que es un explotado, un exceptuado, que deja
[las visas urbanas
de Tailandia y busca en las ediciones de la nación, los mapas
[de Highrises II.
Tailandia son los puentes y los temas del país global, regional.
Desde la ciudad permiten conducir hasta Myanmar, Indonesia,
[Camboya, Malasia, Singapur.

Tramas en potencia,
pesadas, odiosas y adorables,
mientras persigue una meta alcanza el curso de la vida,
[condenado a descender,
y los asuntos del porno lo sofocan en Söehnlein,
[Emptyby y WhiteIts.

topKarl se rompe, clava la tormenta sorpresiva.

El adolescente de Eskridge Horizon junto al Hilton I
y topKelley , el gay terrible que, apenas reprimido,
[lleno de dolor
lleva una parte de: conjetura derecha, línea divisoria, deseada,
para las aguas de opciones y la mina de los sueños de Conway,
para la lucha, el salto,
el hallazgo de Kennedy y la escena del rayo.

Fiftyone y un bolso distinguido, blanco,
esperanzado y trágico, alegre, el más valiente de la cena:
sabía inmediatamente del truelike ma's... mywildest .



poesía spam

jueves, agosto 17

Tienda de café
un maricón
mentiroso paréntesis.

Tijeras con postura de sofá
y una infancia de ropa interior.
La Resurrección,
el esplendor del genio
en el ático de la fatalidad.

Inseminación.

Esto disgusta, el respirar,
al inspector en la era de la alta
fidelidad.

Zodiaco y aplomo,
ese incapacitar
reduce al mínimo
el resplandor.

poesía spam

miércoles, agosto 16



"La calle encuentra sus propios usos para las cosas."
William Gibson

Prohibido "googlear"

Hubo juicio y ganó Google. Está bien decir "Voy a realizar una búsqueda en Google", pero no "Tengo ganas de googlear un rato". El verbo suena mejor en inglés, por eso los diarios lo empezaron a usar, hasta que la empresa consideró que ponía en riesgo su capital simbólico. De alguna manera -que para los no iniciados resulta indescifrable-, el hecho de que un columnista del NYT deforme el nombre de la marca para darle vida a un artículo, descencadena pérdidas millonarias en la cotización de las acciones de dicha compañía.

vía Wired

En Wikipedia ya existe un artículo que disctue la etimología del verbo.

martes, agosto 15

La vida posfordista

Había una vez una oficina en un departamento de Devoto. En ella todo era armonía y dulce entrega al arte de la traducción. En esas tierras de ensueño la Dama gobernaba con mano firme, sabia y buena. Eran épocas de prosperidad, hoy remotas, de las que nada sé a excepción de lo que me contaron sus primeros ocupantes. Yo llegué un día a la oficina como parte de una nueva camada de traductores. Eran épocas, se podía ver, de grandes cambios. No percibimos, en realidad, la verdadera magnitud de esos cambios, engolosinados como estábamos, recién llegados, con la marea de estímulos y acertijos lingüísticos que brotaban de las terminales informáticas a las que fuimos asignados. La historia, ya se sabe, rara vez puede formularse en tiempo real como narración. Casi nadie puede contar el cuento a medida que éste surge desde el corazón del Universo. No nos dimos cuenta: estábamos en guerra. La oficina era el campo de batalla. Y aunque en realidad eso sí lo percibimos (se oìan los gritos desde el fondo), lo que se nos escapó fue, de nuevo, la dimensión real de la batalla. Cuando llegué a la oficina lo hice como parte de un escuadrón de avanzada. Su objetivo, reducir cuanto antes una carga de trabajo que amenazaba con saturar, y hechar a perder, la armonía que tanto esfuerzo había costado a la Dama edificar ladrillito a ladrilito (del vacío de un tres ambientes que ella misma se encargó de decorar). Ese era el pasado. Nuestra llegada marcaba el principio del fin. Adiós a ese mundo de hadas. Para la Dama el camino se dividía en una encrucijada letal. Frente a ella, y delante nuestro, se erguía ese ser que en los próximos días (decisivos) se convertiría en su Némesis y su "peor pesadilla". Era el Chulo, y arrastaba consigo el aliento de mil inquilinos infernales.
De nuevo: no nos dimos cuenta. Empezó como una pelea leída en términos de celos y disputas de poder - la Dama era el Antiguo Régimen, el Chulo se creía Napoleón -; así fue como se configuraron, casi de repente, los bandos del enfrentamiento que le dieron entidad al conflicto. Quise mantenerme neutral. Creo que lo logré no sin dignidad. La oficina tomó partido por la Dama; las alternativas de la batalla serían largas de enumerar. Basta visualizar el terreno (otra vez, un tres ambientes en el "jardín de Buenos Aires", Villa Devoto), para imaginar los mecanismos y el tipo de armas usadas en esta guerra. Guerrilla semiótica, propaganda, asedio psicológico, sabotaje. Da igual. El desenlace del conflicto se hallaba escrito de antemano (en un manual de coaching empresarial). Que conste, me caía mejor la Dama, jugó sus piezas con una elegancia infinitamente superior al Chulo (que por su parte daba la impresión, por momentos, de ser un hombre en un asombroso estado de desesperación). Así, nos despertamos un día, inmersos en un conflicto.
Quince días. Dos semanas, fueron las que necesitó el Chulo para tomar el control de ese armonioso paraje del que hablaban las leyendas (la Vieja Oficina, el tiempo de Antes) y convertirlo en un territorio balcanizado, al borde de la desintegración. Le habían dado órdenes de ampliar la oficina. Sumar traductores (nosotros) y expandir el flujo de trabajo. Éramos la levadura que haría fermentar la malta de dinero y productividad que son la esencia y felicidad de toda oficina. Dos semanas. Pronto se hizo evidente que esta historieta se hallaba condenada a reventar. Sólo quedaba esperar, y prestar atención a la dirección en la que la sangre salpicase.
Por otra parte, la batalla mortal que se desarrollaba en las oficinas porteñas de la empresa no podía pasar desapercibida para los astutos sistemas de vigilancia de la Casa Matriz ubicada en California. Tarde o temprano se darían cuenta de la situación. Quién sabe cómo reaccionarían.

viernes, agosto 11

Spam-o-fever

La olla,
alguna libreta de banco,
el zodíaco
y el semicírculo matizado.

Desde el principio de la base,
difuso,
acompañaba la comida al paso,
el correo electrónico,
el hueso siniestro,
la diversión como un dolor de gota
que alcanza la interrupción y alcanza el destello.

Las perspectivas de la industria maligna
causan un pic-nic monstruoso
de pensamiento libre o de espectral fracaso.

Estado de la exploración feminista:
muchacha de la rejilla,
bióloga sin carga útil,
que incinera en desorden una frágil impresión.

Prevalece la censura
y el pan de jengibre custodia el vado.
Hay un remolino plano en el Goulash,
sin objetivo,
sin escasez.
Un demonio apto
canta una puesta en práctica,
maximiza la jerga,
¡es un saltamontes,
tiene un hueso insular,
es instintivo y florece
como un meeting electoral!

Está el maquinista, ese siquiatra voluble,
que con el palo de golf se enfrenta,
con la llave inglesa,
¡con el abrelatas, con el tornillo,
prendió fuego a la Legislatura!

Es de Géminis.

Y están los crematorios, el acusador,
la pregunta y la negligencia del absurdo.
Se aproxima un incendio y proporcionan estacionamiento.
Es el juego:
resonante.
Y está el discípulo más inteligente,
que perforó y se tiró a menos,
exhausto,
hizo ¡clank! aerotransportado
en el recuerdo sintético:
un disco volador rumbo al verano del mandato,
como un tubo de respiración.

Aquellos cerdos territoriales,
sólos,
acerados en el comité,
se encogen de sueño,
con aire satisfecho,
inminentes, débiles, perfumados.
Lechuga y tenazas,
buenos para nada,
seguros de sí,
compradores de la deslealtad.

poesía spam

miércoles, agosto 9

MDQ

Fui a Mar del Plata a verla a [p.] Comimos rabas, tomamos helado y compramos un helicóptero en miniatura hecho de caracoles. [p.] me contó de los surfers con fama de pungas, que le roban los bolsos a las chicas cuando toman sol en la playa. Y de las bandas de rugbiers que se agarraban a trompadas en los boliches de su adolescencia. [p.] volvió a Mardel como turista, porque ahora es porteña. Le pregunté por qué la gente dice MDQ para hablar de Mar del Plata, y me dijo que es el código con el que se identifica al aeropuerto. Todo cierra, salvo el detalle de que la mayoría de la gente llega a la ciudad en auto o micro. MDQ: la clase media practica para ese día en que comprará su jet privado (utopía balnearia).



[p.] se compró un sombrero violeta con una flor de tul negra. Estaba hermosa.

La traducción en la era de su reproductibilidad digital

“Los traductores se ven en la situación de los obreros industriales de hace 100 años: hoy un traductor puede traducir 20 páginas en un día, mientras que, hace 20 años, sólo podía traducir cinco páginas. Es prácticamente un robot que traduce frase tras frase. Hoy, el 97 por ciento de las traducciones son técnicas, comerciales. La traducción literaria es folklore.”

En el suplemento Radar del domingo, habló un descendiente del mítico traductor francés Jean-François Champollion, el primero en descifrar la escritura jeroglífica de los egipcios. Pintó un panorama complicado para los entusiastas de la traducción, una guerra sin cuartel entre sindicatos y tecnócratas, la llegada de los robots y las inteligencias artificiales, producción en serie, caos, tal vez. Yo avisamos en este blog (acá y acá). Y sin embargo seguimos traduciendo.

martes, agosto 8

La vida posfordista

Estaba la Dama y estaba el Chulo. Ella, traductora, dirigía la oficina desde hacía tres años, porque la había instalado y contratado a los primeros empleados y porque respondía a las directivas de la casa central de California con cuyos managers se reunía todos los días en conferencias virtuales, y porque cada tanto la visitaban para ver cómo andaban las cosas en Buenos Aires y las cosas marchaban. Demasiado bien. Después llegamos nosotros, los refuerzos. Y con nosotros el Chulo.
La empresa se lanzaba a una carrera vertiginosa. El salto cualitativo con el que sueñan todos los gerentes del mundo. Está en los manuales. Y en ellos siempre está el Chulo. Joven fogueado en oficinas de producción de software. Timbero de la entrega contra reloj. Un sobreviviente. Un adicto al trabajo y un caso de estudio. Su misión, agrandar la oficina y multiplicar la productividad. El camino: el desarrollo y puesta en marcha de herramientas de traducción, sobre todo, del glosario en línea que le permitiría a la oficina central de California estar al tanto en vivo y en directo de los términos que elijan sus traductores de la periferia tercermundista para cada proyecto que ellos les asignen. Además, verificar el avance, contar cada letra que tipeen y desplegar la información en cuidados gráficos que faciliten la contabilidad del trabajo y permitan detectar tendencias a la baja, caídas de rendimiento, eliminar rezagados, inyectar amor al arte de la velocidad. Para eso llegó el Chulo, y por ello brindaba por adelantado con soplos de entusiasmo que apenas dejaban entrever sus ojos grises, por lo demás casi siempre concentrados en aceitar la maquinaria y pulverizar el vacío improductivo. Rapiñaba empatía, calculaba las dósis como un pirata sin prestigio.
En eso andaba la oficina. Y en eso llegamos nosotros. A reventar los índices de producción con la entrega en dos meses de un 1.000.000 de palabras. Jerga tech de la buena. Dura como cuarzo enterrado en una placa tectónica.
El plan, perfecto. California no se equivocaba. Tenían en Buenos Aires a un equipo de traducción que funcionaba. Era eficiente, la Dama respondía. Pero podía mejorar. Sólo había que tomar la calidad y la experiencia de los traductores, las destrezas lingüísticas de la Dama, y combinarlas con el perfil de trabajo kamikaze que aportaría un productor de software. Bio-tecnología: un cuerpo de traductores con cerebro de programador. Si se los conectaba en red y se los estimulaba en forma adecuada serían invencibles. Entran palabras, sale oro.
En eso estábamos. Hasta que estalló ese equilibrio ficticio entre la encargada del lenguaje y el de la velocidad. El Chulo y la Dama estaban en guerra. Era el principio del fin.

miércoles, agosto 2

martes, agosto 1

La vida posfordista

Hará unos dos meses entré a trabajar en una oficina de traducciones. Funcionaba en un departamento en Devoto, un tres ambientes ocupado por escritorios y computadoras conectadas en red. Era una emergencia. Les habia llegado un proyecto que los desbordaba, se lo habían mandado desde el comando de operaciones de la empresa ubicado en San Diego, California. Devoto era una sede, el búnker en Argentina a la que habían elegido como destino para la traducción de ese millón de palabras del sitio web de Cisco que nos tocó en suerte y que consitutía el curioso experimento de una mente afiebrada, dicen, proyecto sin duda condenado al fracaso de un oscuro gerente de programación que iba a usar nuestras traducciones para alimentar una máquina todavía imaginaria pero que algún día echaría a andar y se convertiría en un traductor automático, universal, definitivo, de manuales de redes, el sueño de una comunicación de costo cero y una invitación a la guerra que pedía a gritos la conformación de un sindicato de traductores. El apocalipsis. Pero esa es otra historia.
En eso estaban cuando llegué a Devoto. Cada tanto, virtual meetings. Encuentros con voces mediante intercomunicadores cargados de estática. Los coordinadores de San Diego que deseaban suerte, y un próspero año nuevo, la feliz llegada a término y el cumplimiento de los plazos para la entrega de lo que fuera se lograra traducir a velocidad sin detalle, a priorizar sobre la calidad. A toda máquina, por favor. Y así anduvimos.
Tardé unos días para darme cuenta. Después fue obvio. En Devoto, en la oficina, había dos bandos y una guerra sanguinaria.