En abril atraparon en Italia, en el pequeño pueblo de Corleone, Sicilia, a Bernardo Provenzano, el hombre más buscado por la policía del país, lider de la mafia siciliana. No se conocía su rostro. Provenzano -dice Wikipedia- vivió en la clandestinidad durante 43 años, desde 1963, el momento en que fue emitida la primera orden de captura en su contra. Joven promesa de la orga, Provenzano prestó sus servicios, en aquella oportunidad, a Luciano Leggio que intentaba consolidarse como nuevo capo di tutti cappi, lugar de privilegio para acceder al cual debió no sólo "limpiar" a Michele Navarra, sino también a sus seguidores más entusiastas. Lo lograron. Leggio se afianzó como cabeza de la organización, y Provenzano dio su primer gran paso en la carrera que lo llevaría, algunos años después, a las grandes ligas de la ilegalidad. Cuando en 1974 Leggi cae preso, Totò Riina toma su lugar pero Provenzano ocupa el segundo puesto, y como mano derecha de Riina se perfila como el poder en las sombras de la mafia.
Provenzano se hizo famoso dentro del círculo de mafiosos, policías y otros conocedores del ambiente. Su estilo, calmo y cerebral, de llevar adelante los negocios le hicieron ganar el apodo de "El Contador". Su otro apodo, tal vez, desmienta lo anterior. En dialecto siciliano le decían "Binnu u tratturi", o "Bernardo el Tractor"-- porque "te tumba".
Continuará...
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