Una versión hogareña del cine catástrofe. El equivalente culinario de las 4x4, tecnología militar para garages calmos y suburbanos. Ese excedente material, el deseo de muerte. El presentador tiene el pelo gris y la sonrisa catatónica.
Blendtec: (ver acá y acá). Puede licuar un pollo y hacer polvo unas pelotas de golf. Puede destruir un I-pod en treinta segundos. Y, supongo, puede borrar las pruebas de los crímenes más miserables y desesperados jamás cometidos en la antesala de un hogar. La impresión de que estamos condenados a desaparecer, y que las licuadoras seguirán funcionando mientras el mundo se reduce a una enorme bolsita de confetti. Déja-vu de "Los Simpsons".
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