sábado, febrero 4

De regreso a Buenos Aires. Me tendría que haber quedado en el bar de la estación, pedir un café, hojear el diario y hacer de cuenta que sigo en tránsito, y que la vuelta todavía puede postergarse como si el micro hubiera parado otra vez en una estación de servicio, en la entrada de un pueblo inmerso en la Pampa. Me compro una Coca apenas salgo de Retiro, y camino hasta la parada del 152. Paso junto a un taxista que le grita cosas un hombre que arrastra un carrito con fierros y cartones. El hombre del carrito toma un caño y se lo mete por la ventanilla del taxi. Logra hacerle entender al taxista que debe respetar sus tiempos, y que la calle también le pertenece. Formas de la pedagogía.
A la noche Sonia festeja su cumpleaños. Llego para la fondue de chocolate, están Pablo, Alejo, Marianela, está Mario y más amigos de Sonia, y nos quedamos charlando hasta las ocho de la mañana, y partimos aunque sigue lloviendo. El regreso a Buenos Aires empezó muy bien.
Escribo desde un cyber. En mi casa tengo Internet por teléfono, y además así me siento todavía de viaje. También sigo pagando por escribir, lo cual a esta altura constituye el método de escritura de este blog. Cuando las máquinas de escribir coparon las oficinas del mundo, y la letra manuscrita comenzó a desaparecer, deben haber surgido focos de nostalgia, lamentos por una calidad perdida. Pero creo que los hombres pueden sentir nostalgia por cualquier artefacto que los haya acompañado durante períodos más o menos largos o cruciales de su historia, y algún día se oíran evocaciones de la vida en cybercafés compuestas en formatos poético-musicales que no llegamos a vislumbrar, y que, con suerte, nos resultarían ininiteligibles si tuvieramos la posibilidad de probar alguna muestra de ellos.
Mi mp3 de Ciudad del Este está cargado. Tiene Neil Young, Joni Mithcel, Redondos, Pappo. Pero compré un mp3 tan paraguayo que dice 512mb y sólo tiene 256. Era demasiado bueno para ser real.

1 comentario:

marina k dijo...

lindo este diario, me gustó. lo del mp3 paraguayo, increíble y genial.
pagar para escribir, también.
saludos
LM