jueves, junio 1

Howard

Habló mi cliente. Fue breve: "I´m back on the weekend." [Vuelvo el fin de semana] Un hombre ocupado, ya me había dicho en un mail anterior "...para que te quedes tranquilo, y sepas que soy millonario y vivo en una casa que vale más de un millón de dólares...", lo cuál me hace pensar que me está tomando el pelo, o está loco. A menos que se trate de una costumbre del país, el tipo de comentario que se espera de alguien que pretende descongelar el diálogo y ganarse la confianza de su interlocutor: "Soy millonario". En realidad esa es la opción que más me conviene. Que sea un financista, fanfarrón y exitoso, porque no me gustaría enterarme de que toda la operación fue producto de un progama inteligente, un simulador de clientes de traducción que manda spam, ofertas de trabajo que nunca paga haciéndose pasar por un millonario "simpático". De cualquier forma, esa casa de la que habla, la debe tener hipotecada. Es lo que recomienda él mismo en su plan de "Hipoteca Inteligente". Poné la plata en el banco y esperá los dividendos-- es eso, o la calle a la que están condenados todos los que no ahorren durante toda su vida para cuando se retiren. Lo curioso es cómo intenta dotar de entusiasmo a la propuesta. Como si no describiera el peor infierno de deudas hipotecarias en el que podría caer una persona. Howard promete el paraíso y apuesta a la desesperación de los pequeños ahorristas. En Argentina hay demasiadas razones por las que su plan no funcionaría.
En fin, me dijo que vuelve el fin de semana. Le contesté "ok, no problem".

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