Pasé a verla a Sonia por el stand de ArteChacra en la feria de ArteBA, más precisamente ubicado dentro del "barrio joven" auspiciado por Coca-Cola, creo que light. Fuimos a la charla que dieron los integrantes de la Revista Ramona sobre la exhibición Documenta 2007 que se realiza en Alemania. Lo que se discutió fue la invitación que recibió la revista para participar en el "proyecto magazine", un proyecto al que fueron convocadas revistas y publicaciones de todos los tamaños y formatos, de diferentes regiones del mundo, desde Nigeria y Argentina, a México y Europa del Este. La idea parece ser la de armar un foro de discusión que ponga en contacto las "escenas" de debate de los distintos países y ciudades, cuya representación argentina se completa con la revista Punto de vista.
La idea, según la página de Documenta, es construir un espacio en el que "teóricos y artistas que trabajan en la implementación local de las prácticas discursivas puedan exponer sus experiencias, y compararlas con las de personas en otras situaciones y contextos". O sea, juntar críticos de Argentina y Nigeria, y ver qué pasa.
En el aire de la sala flotaba un dejo de desconfianza. Las consignas para abrir el debate -que la revista Ramona, además, volvía a abrir en esta presentación a la que fuimos- eran tan amplias como el concepto de "nuda vida", el de "educación", o el de "modernidad". Lo que más conflicto causó, sin embargo, fue el hecho de que Documenta sólo publique los textos de las distintas revistas previamente traducidos al inglés, y que además, no entregue ningún tipo de fondos para financiar dichas traducciones. Alguien llegó a hablar de "misiles criptográficos" como represalia contra lo absurdo de la propuesta: responder con textos anclados en las variedades más locales de jerga y usos de la lengua, saturarlos de argentinismos y tradición criolla, para que los alemanes se hagan cargo de ellos, si quieren, desde su sobre-abundancia de recursos y generosos programas de promoción cultural.
Pensé que estos días había escrito sobre cosas parecidas. Lo de Documenta apunta a trazar un mapa como los de Google, una instantánea del estado de cosas en el mundo. Parece surgir como una prolongación de los sueños y proyectos que movilizan a toda la Internet, y que Google expresa más claro que nadie a través de su consigna: "Hacer accesible y útil para todos la información del mundo". Y en este caso en particular, de Documenta y las revistas, se podría pensar que lo que se busca es encontrar un espacio de traducción total, un espacio que trascienda fronteras y culturas. Sólo que, como se vio en la presentación, la lengua es un ámbito del que parecen brotar conflictos, y quizás eso sea un aspecto a reivindicar por sobre los sueños de las traducciones definitivas.
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