miércoles, marzo 16

Hoy me acordé, también, de Zizek. Decía, hace un tiempo, que el problema no es que no tengamos las respuestas para lo que está pasando en el mundo. En realidad, no sabemos ni siquiera cuáles son las preguntas que tendríamos que hacernos. Y me gusta esa idea, que en realidad es muy vieja. No sabemos ni siquiera lo que no sabemos, esa inmensa cantidad de cosas que no sabemos. Igual yo no pensaba en el mundo, ni nada parecido.

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