jueves, junio 3

Un paladín del liberalismo reconvertido en kirchrnerista de baja intensidad, me hizo pensar en la nostalgia parisina de Benjamin carteándose...

con Scholem, declinando invitaciones a emigrar a Palestina, abandonar Europa, cambiar de amigos. Y pienso: siempre es bueno cambiar de amigos, olvidarlos, porque si no cómo se llegan a tener vagos recuerdos de algo que dan ganas de evocar de vez en cuando.

"Miro el mundo que tenemos, leo las profecías de Isaías, que son parte de la Biblia cristiana, respecto de lo que va a significar la llegada del Mesías, y compruebo que es imposible que el Mesías haya pasado por nuestra tierra, porque las naciones se siguen haciendo las guerras entre sí. Entonces, llego a la conclusión de que el Mesías no vino. Ahora, si yo al cristianismo le resto la idea de que el Mesías pasó por esta tierra, me da como resultado “el judaísmo del primer siglo”. Es matemático, algebraico."

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