Tiempo libre. Googleo el edificio donde vivo.
Acá funciona la Federación Argentina de Instituciones Folklóricas, parece.
Nunca los vi en el pasillo. Casi no conozco a mis vecinos, en realidad. Al lado mío, una chica deja discos enteros de Roxette y Pink Floyd. Un centroamericano a veces habla por teléfono, a los gritos.
Un estudio de abogados. Una empresa de fumigación.
Apostar a la vida. Una ONG que asiste a enfermos de cáncer.
La Fundación Argentina de Afasiología.
Y un instituto de informática, dedicado a estafar con cursos de formación truchos. Que, supongo, explica la circulación de chicas y chicos en trajes de oficina rumbo al primer piso, como si estuvieran tomando exámen de trabajo todos los días.
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