Las mejores mentes de mi generación terminaron dedicadas a dejar insultos anónimos en los comentarios de los blogs

" ...una tarde llega hasta la biblioteca del centro Pompidou, que ostenta en la entrada un claro cartel: “Biblioteca Jorge Luis Borges”. Los kioscos de París exhiben postales de Borges, sobre todo una, célebre, en la que Borges mira con furia hacia lo alto; sin duda sueña y se queja; una vehemencia de sol último lo define. El vasto cielo blanco parece disminuirlo y oscurecerlo. Aira nota las canas, la fatiga, la flojedad, las grietas de los años. Lo subleva que los esté mandando ese viejo. Piensa que un golpe bastaría para dar cuenta de él."

Anónimo (alias Yupi) dejó un folletín en los comments de Quintín y cía.

(via el Señor de abajo)