sábado, febrero 16

Los dioses deben estar locos


Esta película es increíble. La estuve viendo de nuevo, después de las sesiones de VHS alquilado cuando era chico, en casa de mi abuelo, y sigue impecable (y se banca el doblaje). Digamos la verdad, Jamie Uys tiene mucho que enseñarles a los tibios aspirantes a directores de Buenos Aires, esos seguidores de Marcelo Llinás, listos para "renovar" el género documental. No van a parar hasta lograrlo, no importa cuánta banalidad o engaño tengan que negociar. El tema es que la farsa viene incluida en el paquete del cine, y por más que la disimulen se les nota y pierden el hilo en seguida. De hecho no hace falta ni inventar "Estrellas" del cirujeo publicitario (¡encima felices!), ni disfrazar músicos de coyas para enternecer jurados. Estos documentales son el under de la National Geographic. Uys les pone los puntos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

eeeh charly estás re bardero
llinás es un idiota pero no está mal balnearios... la secuencia en el bote sobre las aguas de miramar con el guía diciendo: "ahí está el hotel, acá el campo de juegos"... señalando la nada es un gran momento, por ejemplo. o no?
lo malo es lo que se generó después

es patética esa canibalización de El Villero, El Norteño (vos viste eso: "me voy a 'al Norte' de vacaciones", "me voy 'al Sur'">>, como si fueran una cosa entera, esas ficciones ontologizantes
los latinos
lo vintage
la inseguridad
(sí, ya sé, no tienen nada que ver, pero sí)

una gran documentalista es Agnes Varda: habla de lo conocido, de lo que le es familiar y no es condescendiente. ponele, hizo una película sobre los comercios de la calle donde vivía, la calle donde vivió siempre. u otra, muy famosa, sobre el acto de "espigar", de recolectar.

charly dijo...

hola mongo, tenés razón, Balnearios tiene momentos muy buenos, sobre todo me gustaban los paisajes de las playas con las ciudades de fondo y los locutores en off, medio nostálgicos. Pero por eso mismo me parece una chantada la película: desperdicia un material prometedor, y en lugar de trabajarlo de algún modo, empieza a sanatear con chistes posmo sobre el arte, el cine, y a hacer "documental ficción", targiversa temas cada vez más intrascendentes con agregados superfluos. O sea, ese viejo, al final de la película, artista de provincia, en un balneario de río, está filmado como un payaso. El arte se revela, finalmente, como una pretensión vacía y sin sentido. La insoportable levedad del ser. Filosofía de cuarta. Típico de esto s documentales: poner en pantalla un personaje "curioso" y hacerlo hablar, hasta que empieza a patinar y se vuelve incómodo. ¿Es un genio o un imbécil? No importa, estos directores ni se gastan en averiguarlo. Mi sensación es que no podrían aunque quisieran. Eso es lo que pasa en "Estrellas". De hecho, en Balnearios, era todo una ficción, y sin embargo esto se aplica igual. Digo, ¿para qué filmás? ¿Hace falta relativizar, otra vez, el valor de verdad del Arte? Ya lo hacen los Simpson, con mucha más eficacia.

bueno, y "Río Arriba" iba por el mismo lado, sólo que con buenas intenciones. Mucho más perdida.

de Agnes Varda no vi nada, pero suena muy bien lo que decís,

saludos

Anónimo dijo...

no entendí del todo tu respuesta. pero se ve que me dejó pensando porque, te lo juro, tuve un sueño en el que volvía a ver partes de Balnearios y le encontraba eso que vos decís, esa pretensión de Llinás. De todas maneras, me parece que pensar que el documental de Llinás es otro intento inútil por relativizar el valor del Arte es un efecto de lectura. Pero también podés hace una lectura más "sencilla": es un documental costumbrista con toques paródicos, un registro de una estética (la de los balnearios), una puesta en imagen de una sensibilidad.
Es verdad que está medio "monigotizado" el personaje del final. Insisto, a mí la parte que más me gusta es la de miramar, con su melancolía.
Me parece que no tiene que decidirse (genio o imbécil). Aunque, sí... es medio chota la actitud de la cámara. Hay una secuencia, en el documental de Varda sobre el espigar, que hizo que me sedujera como documentalista. Ella entrevista a un tipo que junta basura, una especie de cartonero primer mundista, que junta basura de alta calidad (porque en francia la gente tira otro tipo de cosas, te imaginarás, no como nosotros). El tipo hace "cosas" con la basura, composiciones plásticas, boludeces. Y junta todo en un galpón atrás de su casa. En un momento Varda le pregunta (ah, porque ella no se corta de las entrevistas, se escucha lo que ella dice e incluso se la ve en muchas partes o se filma a sí misma haciendo cosas) para qué junta todo eso, que representa para él ese galpón. El tipo responde: "es mi camino hacia la Nada" o algo así. entonces ella hace un recorrido visual por las porquerías que cuelgan de las paredes y le dice: "Bueno, me parece que te falta bastante".