"Que la última monarquía absoluta del mundo enseñe cómo debe ser la democracia, que una institución que todos los años organiza una colecta para repartir limosnas entre los pobres fustigue las dádivas y el clientelismo y que un club de sexagenarios célibes dictamine sobre la vida marital y sexual de los jóvenes es para hacer donaire."
Para un domingo de rancia lluvia, y desperfectos y añoranza y café. Después de todo, los diarios. Y los rumores, por Internet.
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