"En séptimo grado, mientras todos pensábamos en jugar a la pelota, el Turco era un frondizista apasionado"
En casa, con Internet, el trabajo se vuelve complicado. Hace una hora que estoy por empezar. Y, ahora, caigo en esta nota de Clarín. Eso, por buscar en Google al traductor de un raro libro de Isaac Asimov que encontré en Caballito, un compilado de artículos sobre la historia de la ciencia-ficción, con anécdotas y recuerdos, siempre precisos y minuciosos de ese ruso que en otro compilado de cuentos es capaz de comentar cuánto le pagaron por cada uno de ellos la primera vez que los publicó en las revistas pulp que dieron orígen al género en los años ´30. El traductor del libro era Salvador Benesdra que, resulta, se suicidó en 1996, con una sola novela escrita: "El traductor".
"Y sí, me broté... como los árboles"
Era, parece, una figura querida y excéntrica por los escritores y periodistas que pasaron por página/12, en donde Benesdra trabajaba y militaba como trotskistas en asambleas laborales. Escribió un libro de auto-ayuda que nunca se publicó. Seguiremos informando.
2 comentarios:
Informo yo: leí la nota de Clarín cuando fue publicada y salí a comprarme "El traductor". Novela que devoré en poco tiempo (saltee las 50 páginas escritas en alemán porque no lo domino).
Es un verdadero tesoro oculto. Una novela muy intensa que me quedó bastante marcada en el recuerdo. Hay ciertas imágenes, ciertos personajes y situaciones que todavía hoy me vienen cada tanto a la cabeza.
Lo de tesoro oculto es relativo porque después de la nota de Clarín un montón de tipos como yo salieron a comprarla. En esa época yo conseguí uno de los últimos ejemplares que quedaban pero luego De La Flor, que había cobrado para hacer la primera edición, la reeditó. Ahora sin cobrarles a los herederos (quiero creer). La novela se consigue con facilidad desde entonces.
Rufián, muchísimas gracias voy a efectuar la compra a la brevedadm, le pongo muchas fichas por lo que decís, saludo
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