lunes, noviembre 24

RRPP

Un amigo de la primaria en las revistas de temporada en Punta del Este,

Facebook remontando por la telaraña de contactos, como un lastre al que alguien, algún día, se le va a ocurrir comparar con la cola de los cometas que se extienden por millones de kilómetros, a medida que la roca se consume, y forman nubes de polvo y deshechos estelares, y dan pie a leyendas de pánico por las sospechas de una toxicidad capaz de exterminar la vida en el planeta, a su paso, cuando envuelvan la atmósfera con sus gases provenientes de otros mundos, desconocidos. Se desprenden muy lentamente, tardan miles de años en disolverse en el éter, son como una estela de espuma que no desaparece, como el cyborg de Terminator 2 hecho de metal líquido, que se derretía y volvía a modelar su cuerpo cada vez que lo baleaban o lo cortaban en pedacitos, o como un salvapantallas que se activa con el logo de un sistema operativo discontinuado hace años. Teléfonos sonando en habitaciones vacías. Canchas de paddle ganadas por el pasto en el tercer cordón del conurbano bonaerense.

No hay comentarios.: