lunes, junio 4

Un filósofo suelto en Hollywood III - "A todo o nada"

Quería entender algo que dice Adorno en su conferencia inaugural, por eso estuve publicando estas notas para ver si lo enganchaba y me salía uno de esos temas hiteros que copan la parada en la blogósfera, ese ránking, y que a veces encandilan a mentes pensativas los viernes por la noche, mientras se oye la música pre-fiesta desde otro departamento, y se espera una llamada o una inspiración que remita a otra actividad que la ya clásica búsqueda de tags sobre la crítica de la filosofía alemana. Quería resaltar un pasaje de esa conferencia, un concepto que hubiera sido el punto de partida para el guión de una eventual película el día que un director de cine independiente se equivocara, fascinado quizás por el éxito de otra película menor, y aceptara el guión de un filósofo ambicioso y demente, su road-movie-travelling-único protagonizada por Adorno el día de su exposición en la Universidad de Frankfurt, mientras cae la tarde. Entonces, pensé que lo más adecuado para un intento como ése, y que no es un plan tan voluntarista y/o cínico, como muchos creen, porque el mismo Eisenstein tenía ganas de llevar los tomos de “El Capital” al celuloide (me enteré en el blog de Terranova), de lo cuál tampoco está lejos la canción de Frank Delgado sobre el tipo que había leído “El Capital” y que decía “ay, sí pero a mí no me gustó / pues la heroína muere al final”, y cuya suerte todavía puede rastrearse en foros de Internet en los que la gente se pregunta qué quiso decir Delgado con lo de “heroína”, aunque no hay respuesta que saque ese tipo de angustia y porque, obviamente, Delgado tampoco tiene idea. Esa canción, por otra parte, del cubano Frank, suerte de ala disidente dentro de la “nueva trova” cubana, de Rodriguez-Milanés y cía, tenía un aire a nostalgia cuasi-otoñal, todas sus canciones eran muy bellas, pero en especial ésa, que se llamaba “Konchalovski ya no monta en su Lada”, era una suerte de compilado de memoriabilia comunista en tono de elegía por los tiempos, viejos, buenos de la Guerra Fría y los subsidios generosos de la USSR para la economía azucarera de la isla. Casi, digamos, un preview cubano de lo que fue “Good bye, Lenin!” hace un par de años en la Alemania Unificada, el repaso histórico de viejas y hermosas promesas a través de los símbolos de un arte-pop no-Americano (o sea, del mejor, aunque, obvio que habría que marcar las diferencias en ambos casos pero no somos Bloch y esto no es un libro y se hace tarde para todo). La canción, entonces, de Konchalovski, decía: “Hoy que sólo del vodka queda la resaca / yo me niego, amor mío, a cambiarma la casaca. / Hoy que los Konsomoles van pasando de todo / abrázame mi China, y no me dejes solo”. Me encantaba esa canción que escuchaba con mi amigo Franco, allá por los noventa, tenaz guevarista con quien llegué a pasar horas de discusión tratando de desvíarlo de su confianza socialista a la que creo nunca afecté ni un poco. La canción seguía: “No me volveré a emocionar con "Siberiada” / Konchalovski hace rato que no monta en Lada. / No podré disfrutar de aquellas olimpíadas / con los soviets ganando todas las medallas” Y después: “La Kasánkina grita: no me dejen sola. / Serguei Bubka se venga, toma Coca Cola”. El estribillo era el que mencionaba a la “heroína” de “El Capital”, pero como yo no lo leí no puedo responder a la pregunta (mis hipótesis eran “La Revolución” o “La Plusvalía”, no sé). La película de Adorno, a eso iba. La sigo la próxima.

2 comentarios:

Nurit dijo...

Que lindo post!
Con respecto a tu pregunta de que quiere decir con la "heroína", sólo se me ocurre un chiste que está en el libro que acaba de publicar un amigo (Carlos D´Angelis) en la Cartonera.

Si mi memoria no me traiciona, decía más o menos así:

"Un intelectual le escribió la carta a otro intelectual contándole muy efusivamente que estaba contento porque había encontrado "heroína". Al tipo lo meten preso y se comió ocho años en la carcel porque nadie le creyó que cuando decía heroína hablaba de la protagonista de su libro...."

charly dijo...

muchas gracias Nucífora, ahora me acordé que también puede ser "la clase obrera". Yo no le daría un kilo de heroína a ningún intelectual, eso es mejor dejárselo a profesionales. bueh supongo. saludo Carlos